Guía: Todo sobre el retinol

¿Qué producto compro?, ¿cómo empiezo?, me irrita mucho: ¿debo parar?,  no me irrita nada: ¿es demasiado suave para mí?… En esta guía intentamos orientar a todos los pacientes que se deciden a probar el producto antiging por excelencia: el retinol. 

Recuerda que los retinoides están contraindicados en el embarazo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¿Por qué usar retinol? 

 

En base a los estudios científicos una rutina dermocosmética eficaz debería incluir un agente limpiador mañana y noche, el fotoprotector por la mañana y un activo transformador de la piel por la noche. Entre estos últimos no hay discusión en que los retinoides son los principios activos antienvejecimiento con mayor evidencia científica.

Los retinoides son moléculas derivadas de la vitamina A, de bajo peso molecular (pequeño tamaño) que al aplicarlos sobre la piel son capaces de penetrar hasta el interior de las células de la piel y regular su función celular. Existen distintos retinoides: el ácido retinoico o tretinoína (el más potente), el retinol (el más habitual en cosmética), el retinal/retinaldehído (de moda en los últimos tiempos) o el retinil/ ésteres de retinol (más suave).

Los retinoides, usados de forma mantenida en forma de crema o sérum, son capaces de mejorar de forma global la calidad de la piel.  Por supuesto, los milagros no existen y si bien no hay duda de que los retinoides son los antiaging más avalados, nuestras expectativas deben ser realistas. Si buscamos alcanzar resultados más intensos, será necesario combinar con otros tratamientos de dermatología estética (infiltración de toxina y ácido hialurónico, peelings, láser dermatológico…).

 

¿Cuáles son los beneficios del retinol en nuestra piel?

 

  • Regulan el proceso de queratinización e incrementan la renovación celular. Tienen acción exfoliante, eliminan células muertas y afinan la capa más superficial de la piel (la capa córnea). De esta forma, mejoran la textura (las irregularidades), desobstruyen el poro y aportan luminosidad a la piel. 
  • Controlan a los melanocitos y eliminan la inflamación aguda para evitar el desarrollo de hiperpigmentaciones postinflamatorias. Así, unifican el tono de la piel.
  • Estimulan las fibras de colágeno y elastina, engrosando la dermis, mejorando firmeza y elasticidad y atenuando líneas y arrugas finas.
  • Tienen acción seborreguladora: controlan la piel grasa y disminuyen el tamaño de los poros dilatados. 
  • Refuerzan la función barrera de la piel, lo que se traduce en una piel más hidratada y menos reactiva. Transforman la piel sensible y seca en pieles tolerantes e hidratadas. 

El retinol puede aplicarse tanto en pieles sin patología para embellecerlas (unificar textura y tono, mejorar firmeza y elasticidad…) como en pieles con patología (acné, rosácea…) por su acción antiseborreica, exfoliante, refuerzo de función barrera… siempre bajo control dermatológico.

La desventaja de los retinoides es que estos beneficios van a tardar 3 meses en apreciarse y hasta que la piel se adapta provocan irritación, haciendo que inicialmente la piel empeore y que no todos los pacientes toleren el retinol.

 

 

¿Qué es el proceso de la retinización?

 

Cuando empezamos a usar retinoides (o cuando aumentamos la potencia del que usamos habitualmente), la piel pasa por un periodo de adaptación que se denomina “retinización”.

Durante este periodo de adaptación la piel se irrita, enrojece, descama, pica, escuece y quema, se siente tirante o incluso presenta brotes leves de acné o rosácea.   Es la reacción esperable y mientras no sea muy molesta, deseable, ya que nos habla de que hemos elegido un retinoide que ha puesto a trabajar a nuestra piel.

Para explicarlo, solemos usar la analogía con el ejercicio físico. Si queremos ponernos en forma, sabemos que lo lograremos haciendo ejercicio; ahora bien, aceptamos que tendremos agujetas, cansancio… hasta que nuestro cuerpo se adapte y progresivamente mejore su capacidad cardiovascular y muscular. Con el retinol ocurre lo mismo: son capaces de transformar la función de la piel pero durante el proceso de adaptación provocan cierta irritación.  Así que, igual que si queremos ponernos en forma lo haremos mediante ejercicio físico y no masajes calmantes… si buscamos transformar la piel tendremos que hacerlo mediante retinoides y no mediante cremas hidratantes que serán calmantes pero no transformadoras.

 

¿Qué producto elijo?  ¿De qué depende la potencia de un producto?

 

Debido a las molestias durante el proceso de retinización, consulta a tu dermatológo para que según tu caso particular, seleccione el producto y la pauta adecuada para ti.

La potencia de un producto depende:

1) Del tipo de retinoide que contiene. Ordenados de mayor a menor potencia:  ácido retinoico o tretinoína, retinal o retinaldehído, retinol, ésteres de retinol o retinil….El ácido retinoico o tretinoína es 10-20 veces más potente (y también más irritante) que el retinol, se considera un medicamento y su uso precisa control médico (receta). El retinol es el más usado en productos cosméticos, seguido por el retinal o retinaldehído.

2) De la concentración del retinoide. Por ejemplo en el caso del retinol encontramos productos al 0.2-0.3% (ideales para iniciarse las pieles sensibles), al 0.5% (para iniciarse las pieles resistentes) y al 1% para pieles ya habituadas que desean potenciar sus efectos.  Cuidado, porque con frecuencia hay etiquetados confusos, por ejemplo productos que indican retinol a cierta concentración y al comprobar el INCI vemos que en realidad tienen una composición importante de ésteres de retinol o retinil.

3) De la formulación o vehículo del retinoide. Dado que el retinoide debe penetrar hasta el interior de la célula para ejercer su acción, el vehículo en el que está formulado (liposomado, micronizado…) es determinante para su eficacia.

4) De si incluye otros principios activos en la composición. Por ejemplo, si incluye ácido hialurónico será más calmante o si incluye hidroxiácidos como el ácido glicólico será más potente.

Además, con un mismo producto, el dermatológo puede recomendar pautas más intensivas o suaves ajustando la frecuencia de administración.

 

  • Si quieres recomendaciones sobre productos concretos para iniciarse o avanzar en el uso de retinoles puedes seguirnos en Instagram @innderma_

 

¿Cómo sobrevivo a la retinización?: guía para retinizarse con éxito:

 

  • Consulta a tu dermatólogo para recomendarte producto y pauta adecuada para tu caso.
  • Los retinoides se aplican siempre por la noche (por la mañana aplica fotoprotector).
  • Aplica una pulsación de producto (no te excedas en la cantidad).
  • Empieza progresivamente: inicialmente aplica tres noches en semana. Cuando veas que tu piel lo va tolerando aumenta a todas las noches. Los días que no apliques retinol, aplica crema hidratante.
  • Evita contorno de ojos, alas nasales, comisuras de la boca y cuello, ya que estas zonas son más sensibles (puedes aplicar en estas zonas un poco de crema hidratante o vaselina para protegerlas y recuerda lavarte bien las manos para no transferir producto de forma inadvertida). Cuando ya estés retinizada puedes empezar a aplicar en estas zonas con cautela.
  • Evita aplicarlo justo tras la ducha, con la piel mojada irrita más.

Si pese a estos consejos percibes irritación: 

 

  • Si la irritación es leve y apenas molesta: continua, significa que el retinol está poniendo tu piel a trabajar y que vas por buen camino.
  • Si la irritación te resulta molesta: interrumpe durante unos días el retinol y compensa con una crema hidratante. En cuanto notes la piel recuperada (de 2 a 7 días) reinicia tu retinol.  Si vuelves a irritarte, repite el descanso. Verás como con el paso de las semanas cada vez necesitas menos periodos de descanso.
  • Si la irritación te ha resultado muy molesta: cuando reinicies el retinol aplícalo en menor cantidad, menos días en semana o con el “método sándwich” que consiste en aplicar una capa de crema hidratante, la capa de retinol y otra capa de hidratante.
  • Si presentas mucha irritación: coméntaselo a tu dermatológo que suavizará tu rutina y podría pautarte unos días de corticoide tópico.

Si por el contrario no percibes ningún cambio en tu piel:

 

Si no percibes ningún cambio en tu piel estás usando un retinol muy suave para tu caso; coméntalo con tu dermatólogo para intensificar tu rutina. Lo ideal es que percibas una ligera irritación que traduce que el retinol está poniendo a trabajar tu piel pero que no sea molesta.

 

 

 

 

 

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Acude a tu dermatológo para ayudarte a resolver cualquier duda adicional.

Autoría:   Dra Sara Burillo Martínez. Dermatóloga. Col 502869538.

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